martes, 26 de agosto de 2014

El hospital Miguel Servet apuesta por implicar al paciente en el tratamiento de la insuficiencia renal ( El Periódico de Aragón - 10/06/2014 )

EFE 10/06/2014 El servicio de Nefrología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza apuesta por un nuevo modelo de gestión en el tratamiento de la insuficiencia renal crónica, basado en la implicación del paciente, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y lograr un menor coste económico. Según el jefe de servicio de Nefrología del Servet, Alberto Sanjuán, los pacientes deben elegir con libertad la mejor opción, siendo plenamente asesorados y respetando sus intereses y el estilo de vida que quieren llevar, han informado fuentes del Gobierno de Aragón. La insuficiencia renal crónica (incapacidad de los riñones para realizar su función) afecta a un 8% de la población, un porcentaje que se eleva al 20% por encima de los 60 años, si bien solo un pequeño número de los afectados sufre un cuadro más avanzado. La evolución en el tratamiento renal sustitutivo abre un abanico de posibilidades que incluye la hemodiálisis hospitalaria, la diálisis peritoneal en domicilio y el trasplante renal de donante vivo. Ante este arsenal terapéutico, el enfermo debe conocer qué se ajusta más a sus posibilidades vitales, escoger y comprometerse con su opción. En los últimos años, el servicio de Nefrología del Servet ha apostado por el auge de estas técnicas y para ello dispone de unas reformadas instalaciones que se han inaugurado hoy y que están permitiendo incrementar la actividad, tanto en calidad como en cantidad. Se trata de la Unidad de Diálisis Peritoneal y de la Consulta de Enfermedad Crónica Renal Avanzada (ERCA) y su inauguración coincide con la celebración del IV Curso de Formación Básica en Diálisis Peritoneal, organizado por el Servicio de Nefrología del centro sanitario y avalado por la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica. La Diálisis Peritoneal consiste en una terapia domiciliaria mediante la que es el propio paciente el que se realiza el tratamiento en su casa, tras ser debidamente formado por los especialistas. Desde el punto de vista sanitario, la diálisis domiciliaria añade calidad de vida a los años, favorece la independencia de los pacientes jóvenes alterando lo menos posible su estilo de vida y permite un mejor cuidado del paciente anciano sin desplazarlo de su entorno habitual. Esta opción supone una menor necesidad de transporte especializado, de infraestructuras y de personal sanitario y un ahorro en el coste del tratamiento sustitutivo que, según estudios realizados en España, puede estimarse en 12.000 euros por paciente y año, según las fuentes.